SOWETO, una chica de 14 años, Nombeko, trabaja en el servicio de vaciado de letrinas, es la ayudante del jefe del servicio que acaba de ser destituido y a falta de candidato mejor la nombran nueva jefa.
Nombeko es una genio de las matemáticas que ha aprendido por su cuenta aunque es analfabeta.
En una letrina coincide con Thabo que en vez de conseguir de Nombeko sus favores consigue llevarse una tijera clavada en un muslo.
Thabo si sabe leer y ademas tiene una enorme biblioteca, cosa absolutamente increíble en Soweto, por ello Nombeko le invita a que le enseñe a leer a cambio de no clavarle otra tijera en el otro muslo.
Y no voy a contar mas porque no quiero destripar la historia.
El personaje mas normal de la novela es Nombeko, hay un ingeniero responsable del programa nuclear sudafricano, incompetente y alcohólico, tres hermanas chinas falsificadoras de patos de porcelana china, un sueco obseso por saludar al rey de Suecia y posteriormente ferozmente republicano y sus dos hijos gemelos que se llaman igual y muchos mas.
La novela empieza a saco y resulta a ratos realmente divertida y sorprendente, me lo he pasado bomba con ella, pero.............. Llega un momento que se convierte en un despropósito, cada capitulo es mas disparatado que el anterior pero llega un momento que ya no resulta creíble, a mi por lo menos llegado a semejante punto de absurdo me llega a aburrir.
Hay una escena en la cocina de Gertrud que no hay por donde cogerla.
El final, previsible pero resuelto con gracia.
En resumen; una novela que comienza como un cañón se va diluyendo y es una pena porque podría haber estado muy bien
Calificación final: PASABLE
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